BIEN DE INTERÉS CULTURAL
El Castell de Guadalest es declarado conjunto histórico artístico en 1974 y posteriormente Bien de Interés Cultural.
Formando parte de él, encontramos las siguientes edificaciones:
Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada sobre la roca en la parte más elevada del municipio.
Tuvo un papel muy importante a lo largo de la Edad Media y Moderna, gracias a su situación estratégica. Los terremotos de 1644 y 1748 y la voladura que sufrió en 1708 en la Guerra de Sucesión fueron los culpables de su destrucción.
Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada en el dominio de la antigua Casa Orduña. En la actualidad, sólo queda una torre en ruinas.
La “Casa Gran” de El Castell de Guadalest o “Casa Orduña” fue construida después del gran terremoto de 1644 que arrasó la comarca y asoló las dependencias del castillo.
Fue edificada por la familia de estirpe vasca de los Orduña. Vinieron al Reino de Valencia con el Infante Fortuna de Navarra; posteriormente pasaron al servicio de los Cardona, almirantes de Aragón. D. Sancho de Cardona recibió en 1543 el título de marqués de Guadalest. Al gozar los Orduña de toda la confianza de los marqueses, fueron enviados a Guadalest y actuaron durante casi trescientos años como alcaides de la fortaleza y gobernadores del marquesado.
La casa fue incendiada y saqueada durante la Guerra de Sucesión (1708). En 1756 D. Pedro Antonio Buenaventura de Orduña y García entró en la Orden Militar de Santiago consiguiendo de esta manera acceder al estamento nobiliario.
La familia procuró a sus miembros, no sólo las relaciones económicas o de influencia social, también la mejor y más sólida formación cultural que era posible adquirir en la segunda mitad del s. XVIII y a lo largo del s. XIX. Entre sus miembros encontramos, fundamentalmente, abogados y militares.
Las actuales dependencias de la casa, se corresponden con el momento de máximo esplendor e influencia de la familia Orduña ejercida a través de D. Joaquín Mª de Orduña. La decoración se adapta a los gustos estéticos de la burguesía que vivió los cambios políticos de la segunda mitad del s. XIX. Este edificio fue una casa grande en un pueblo pequeño y por tanto, inmersa en un ambiente rural y endogámico muy alejada geográficamente de las influencias de las ciudades importantes.
La casa ocupa un solar irregular. Por el este se apoya y supera las rocas, por el oeste es vecina de la iglesia parroquial llegando a ocupar espacios encima de las capillas de la parte de la epístola. La edificación se soporta mediante muros de carga de albañilería. Madera, yeso y ladrillos cerámicos forman parte de su construcción. Tiene cuatro niveles y una bodega todos ellos accesibles por diversas escaleras.
SALA DE LA ENTRADA. Traspasada la puerta de la entrada, enmarcada por un sobrio arco de piedra de medio punto, nos sorprende la sencillez de los arcos apuntados de la estancia. Está decorada con óleos de carácter religioso: La Inmaculada Concepción, La Santísima Trinidad, San Pascual Bailón, Santa Bárbara, La Virgen de la Rosa y Nuestra Señora del Carmen.
SALA DE LOS ARCOS. Subiendo por una pequeña escalera accedemos a una sala donde se exponen parte de las obras premiadas en el concurso anual de pintura “Villa de Guadalest”.
ANTESALA Y SALA DE LA VIRGEN. En estas habitaciones podemos contemplar un pequeño lienzo; testimonia la tradición familiar de haber recibido de San Buenaventura una “Carta de Hermandad”. Por medio de este privilegio la familia se ligaba a la vida espiritual de los franciscanos.
El objeto más interesante en esta habitación es un lienzo pintado por ambas caras. En su parte delantera muestra a un “Ecce Homo” (de autor desconocido) con la caña en las manos entrelazadas y un manto rojo resbalando sobre los hombros. Es una figura proporcionada y sin concesiones al dramatismo de la sangre. Presenta la particularidad de estar pintada por ambos lados. La parte posterior (visible en un espejo), representa “Las llagas en la espalda del Salvador”, rara temática en el arte religioso. Se supone que fue un telón bocaporte reconvertido en estandarte.
En la sala siguiente, una urna guarda la imagen procesional yacente de Nuestra Señora de la Asunción. Es una talla moderna, copia de la destruida en 1936. Era propiedad de la familia; ésta la prestaba al pueblo de Guadalest para las celebraciones de agosto y siempre se custodió en la casa.
La tabla colocada en el testero de la habitación, trata el tema del “Tránsito o Dormición de la Virgen”: el fin de la vida terrenal de María tal y como se narra en los Apócrifos.
Esta pieza del s. XVI es sin duda alguna la mejor pieza de la casa. Pudo ser el retablo de la primitiva iglesia de Guadalest. Se atribuye al “Maestro de Alcira” y se encuadra cronológicamente entre 1527 y 1550.
La custodia guardada en una vitrina (s. XVIII), se concibe como un sol radiante y su ástil es una figura con un símbolo eucarístico en su mano derecha y una cruz en la izquierda. También encontramos un óleo de “La Inmaculada Concepción”.
LA COCINA y LA DESPENSA. Mantienen la disposición original y muchos de los utensilios tradicionales. En el patio interior se conserva un aljibe. Desde la primitiva muralla norte de la fortaleza se puede disfrutar de una espléndida vista panorámica sobre el embalse de Guadalest y las sierras Xortà y la Serrella.
EL COMEDOR. Contiene una excelente colección de cerámica. Cabe destacar las dos piezas valencianas de reflejos metálicos (s. XVI), dos jarros (finales del s. XIX) y en la vitrina, piezas de cerámica francesa, alemana y valenciana (s. XVIII-XIX).
La visita continúa subiendo a la planta noble.
SALA DE LOS MAPAS. La primera habitación a visitar en esta planta es una pequeña pieza. En ella se pueden admirar tres mapas murales impresos en París en 1706.
SALAS NOBLES. En esta planta se mantiene la disposición tradicional de salas y alcobas. Nos muestran como se concebía la vida privada en siglos pasados. Los muebles, lienzos, fotografías y enseres en general son los propios de estas salas.
En la primera sala encontramos una espléndida colección de fotografías de gran formato de los miembros de la familia Orduña en el s. XIX; una antigua mesa, una urna con los restos de un crucifijo por el cual la familia sentía una gran devoción y un pequeño bargueño con incrustaciones de marfil y dibujos antiguos de origen catalán (s. XVII). En la segunda sala nos sorprende otro bargueño con incrustaciones de marfil y carey, elementos de marquetería y un pequeño, pero interesante óleo adornando la puerta. Completan la decoración de esta sala un armero, un conjunto de butacas de madera tallada y una colección de fotografías familiares. En la última de estas tres salas encontramos, un juego completo de sillas, butacas y sofá de época isabelina (c. 1850), una vitrina con pequeños objetos de decoración, dos grabados del s. XIX y dos lienzos con los temas de “La adoración de los ángeles” y “La huida a Egipto” (s. XVIII).
Antes de pasar a la biblioteca observamos una escalera con una pila benditera a mano derecha. Nos indica que, desde allí, se accede a la Sala de la Tribuna situada sobre el presbiterio de la iglesia parroquial. Los Orduña podían ocupar este espacio en virtud de un antiguo privilegio otorgado por los arzobispos de Valencia.
LA BIBLIOTECA. Sin duda el conjunto más atractivo de la casa. Posee un total de 1265 volúmenes. El catálogo del Fondo Antiguo (1500-1800) consta de 589 fichas. Los libros presentan diversos formatos y formas de encuadernación. Es una biblioteca familiar con tres momentos básicos en su formación:
Primer momento: último tercio del s. XVIII, siendo el abogado D. Francisco de Paula Orduña, la persona que más libros (según los exlibris) aportó a la misma. Introdujo temas jurídicos tradicionales y otros que reflejan la efervescencia política española y europea, entre la convocatoria de los Estados Generales en Francia (8 de agosto de 1788), y el levantamiento de Riego (1 de enero de 1820). En un segundo momento entraron diversos libros de carácter religioso, filosófico y clásicos latinos, procedentes de la desamortización del convento de Capuchinos de Callosa d’En Sarriá. En el tercer momento (1850-1890) se registra literatura jurídica, reglamentos, disposiciones legales, etc.
Al salir de la biblioteca encontramos una sala adornada con reposteros con las armas de la familia Orduña, árboles genealógicos, labores y bordados de época y un armario con utensilios de iluminación tradicionales: quinqués, palmatorias, candiles, etc. Un óleo cuyo tema es la Batalla de Almansa (1707) nos recuerda la participación a favor de la causa borbónica de Don Juan de Orduña y Andrés.
Acabada la visita a la planta noble subimos a la tercera planta.
SALA DE EXPOSICIONES. “La “Casa Orduña” ofrece al visitante una sala de exposiciones temporales de pintura y escultura, renovadas periódicamente.
Por las antiguas escaleras de la casa se desciende hasta la planta baja desde donde podrá accede al castillo de San José
Edificación del siglo XVIII de estilo Barroco, atribuida a José Sierra.
La iglesia se encuentra en la parte antigua del pueblo, justo al lado de la Casa Nobiliaria de los Orduña, esta edificación fue construida entre 1740 y 1753 sobre el solar del primitivo templo que databa de los tiempos de la Reconquista (siglo XIII), fue incendiada y saqueada durante la Guerra Civil y fue nuevamente remodelada en 1962, acortándose su longitud y variando la planta, de la que desaparecieron el crucero y la cúpula. Entre 1995 y 1996 se acometen obras de reafirmación y decoración interior que pretenden salvar el edificio actual.
En el año 2018 se termina el nuevo retablo del altar mayor. El autor de las pinturas es David Pastor Corbí y el ebanista José María Moya Jiménez.
El Obispo Diocesano D. Jesús Murgui Soriano bendijo el retablo el 10 de noviembre de 2018.
El retablo y otras obras efectuadas en la iglesia son donaciones procedentes de feligreses, de la Junta parroquial y de turistas.
El retablo está formado por diez cuadros:
1. La Anunciación (37 x 50 cm)
Es el primero de los siete cuadros que conforman la predela y está situado en el extremo izquierdo, debajo del Nacimiento. Plasma la escena bíblica de la visita del arcángel Gabriel a la joven María para anunciarle que va a ser la madre del Salvador (cf. Lc 1, 26-38)
2. La Visitación (37×50 cm)
Colocado a la izquierda de la predela en segundo lugar, bajo la escena del Nacimiento, este cuadro refleja el momento de la visita de la Virgen María, embarazada, a su prima Santa Isabel, también embarazada de San Juan Bautista (cf. Lc 1, 39-45).
3. Nacimiento de Jesús (170 x 110 cm.)
Se trata de uno de los cuadros laterales de gran tamaño del retablo situado a la izquierda del conjunto, representa el Nacimiento de Jesús, que puesto en brazos de María, su Madre, y bajo la atenta mirada de San José, es adorado por tres pastores a quienes no vemos las caras, ya que nos representan a todos.
4. Huida da Egipto (37 x 50 cm.)
Colocado a la izquierda de la parte central de la predela, bajo la imagen central de la Asunción, el cuadro muestra la huida de la Sagrada Familia a Egipto para escapar de la persecución de Herodes (cf. Mt 2, 13-15).
5. El niño perdido y hallado en el templo (37 x 50 cm.)
En el centro de la predela, sobre la sede del sacerdote se encuentra esta escena en la que vemos a Jesús discutiendo sobre la Ley con los doctores en el templo de Jerusalén ante la sorpresa e incertidumbre de María y José que aparecen por el pórtico lateral iluminado.
6. Las bodas de Caná (37×50 cm)
A la derecha del centro de la predela, bajo el cuadro central de la Asunción, encontramos este cuadro que refleja el milagro de las bodas de Caná, donde Jesús transforma el agua en vino (cf.Jn 2,1-12).
7. La Crucifixión (170 x 110 cm.)
Situado a la derecha del conjunto, éste es el segundo de los cuadros laterales de gran tamaño del retablo. Representa a San Juan junto a la Virgen en el momento de la muerte de Cristo en la cruz.
8. El encuentro de María con su hijo resucitado (37 x 50 cm.)
A la izquierda del último tramo de la predela, bajo la escena de la Crucifixión, encontramos este cuadro que refleja el momento del encuentro entre Cristo ya Resucitado y María, su madre. Se trata de un instante no recogido por los Evangelios, pero que la liturgia Cristiana siempre ha celebrado y reconocido.
9. La dormición de la Virgen (37 x50 cm.)
El último cuadro de la predela, situado a la derecha, bajo la Crucifixión, muestra el momento de la “dormición” (término aplicado exclusivamente a la Virgen María en la tradición cristiana para distinguirlo de la muerte que nos acontece a todos los demás mortales).
10. La Asunción a los cielos (267 x 170 cm.)
En la posición central del retablo encontramos el impresionante cuadro de la Asunción de María a los cielos rodeada de doce ángeles que con sus vuelos le abren el acceso al Cielo.
El retablo antiguo destruido en la Guerra Civil Española (1936) tenía como imagen central una escultura de la Asunción que se elevaba al Cielo, en contraste con la imagen yacente de la Patrona que se venera en la Casa Orduña.
Con este nuevo retablo, la Parroquia de El Castell de Guadalest vuelve a colocar en el centro la imagen asunta de la Virgen María, rodeada de escenas de su vida que quieren ser una catequesis para todos aquellos que nos visitan y expresión de fe y devoción del pueblo de El Castell de Guadalest a su patrona, la Virgen de la Asunción.
Edificación del siglo XII que se encuentra en los bajos del Ayuntamiento.